a) Tranquilidad total
b) Atención excepcional
c) Desayunos abundantes

a) Conexión wifi limitada
b) Opciones de cena poco claras

Un lugar perfecto para desconectar

Pasamos 3 noches en un sitio supertranquilo. Ana es un encanto, siempre atenta y sus desayunos son un festín, zumo fresco, tostadas y dulces que se nota que son caseros. La piscina es ideal para relajarse después de explorar la zona. Solo un detalle, el wifi a veces fallaba un poco.

Sin rodeos, esto es lo que hay

Un lugar excepcional para desconectar y disfrutar del entorno. La atención de Ana es fenomenal, siempre disponible sin ser intrusiva. Las habitaciones son cómodas y las zonas comunes invitan a la relajación. La cocina casera es deliciosa, con desayunos abundantes que te dejan satisfecho. La piscina y el jardín son perfectos para disfrutar.

Un lugar encantador, donde la atención de Ana es excepcional y se siente como una familiar. Disfrutamos de la tranquilidad del jardín y la piscina, aunque el acceso a internet podría ser mejor. Ana también es muy flexible, adaptándose a nuestras necesidades de comida a última hora. Un detalle muy apreciado fue el desayuno variado que nos ofreció.

La habitación estaba muy cómoda, con una cama genial y un baño bien equipado. Las vistas desde el balcón eran espectaculares, perfecto para relajarte. El estilo rústico le daba un toque acogedor. Pero, la verdad, no había lujos, aunque eso no le restó encanto. Ana, la dueña, siempre atenta.

El hotel rural xerete es un lugar donde te sientes como en casa. La atención de Ana es excepcional, siempre dispuesta a ayudarte. Estuve una noche y disfruté de la tranquilidad de la piscina. Además, el jardín es maravilloso, perfecto para relajarte bajo la sombra de los cerezos. La comida es saludable y variada, ¡un tesoro para disfrutar!

totalmente recomendable

la piscina es enorme y llena de sombra por los árboles. el wifi es un poco justo en algunas habitaciones.

Rural Xerete es como abrazar a un viejo amigo. la piscina es un oasis de frescura, llena de sombra de gigantescos árboles que parecen susurrarte secretos. Las vistas desde la habitación son como pinturas al óleo, perfectas para relajarse después de una jornada explorando el impresionante paisaje cercano.

Wifi limitado

Un lugar de ensueño en el Valle del Jerte

La estancia fue increíble, el entorno es hermoso y la tranquilidad te atrapa. Lo mejor de todo fue la atención de Ana, que hace que te sientas como en casa. El desayuno es abundante y muy bien preparado, con café excelente. La piscina es ideal para relajarse después de un día de excursiones. Una mejora podría ser ampliar las opciones para la cena, ya que no siempre se sabe qué menú hay disponible.

el hotel rural xerete es súper acogedor, la atención de ana es de 10, siempre al tanto de todo. además, el jardín y la piscina son perfectos para relajarse después de un día de excursiones. los desayunos son riquísimos y muy abundantes, literal, se nota el cariño que le pone ana. la habitación tiene unas vistas brutales, ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza.

la conexión wifi a veces es un poco lenta y no siempre hay info clara sobre el menú de cena.

Entorno espectacular, rodeado de naturaleza y tranquilidad. Desayuno delicioso con frutas frescas y pan casero. La atención de Ana, una genia, siempre dispuesta a ayudar. Ideal para desconectar y disfrutar. Un lugar para regresar sin dudas.

La cama era incómoda, pero el trato de Ana fue excepcional.

La piscina es ideal para refrescarse después de un día explorando.

Tuve algunas decepciones durante mi estancia. Primero, la cama y almohadas no eran cómodas, lo que hizo que mi descanso no fuera el mejor. Además, la decoración del lugar estaba un poco descuidada, con pintura desconchada en algunas áreas. Por último, encontré que las opciones de cena eran escasas y no había claridad sobre el menú disponible, lo que complicó nuestra elección durante la cena.